domingo, 24 de abril de 2011

SEMANA SANTA

No ha sido una semana más dentro del Curso, sino una santa semana, la Semana Santa 2011, única e irrepetible dentro de nuestra existencia que, de una u otra forma, marcará un hito en nuestro caminar: un retiro espiritual junto al Santuario Santa Rita de Casia.

Del 18 al 23 de abril 2010
Casi para toda persona resulta fascinante, y lo es innegablemente, el hecho de conocer nuevos lugares propios de la naturaleza o lo fabricado por la voluntad y la inteligencia humana. También es muy valioso acceder y valerse de información producida por otros. Incluso, es loable en mejor categoría, la capacidad de tener como principio de vida el servicio a los demás en sus diversas manifestaciones o concretizaciones. El riesgo es quedarse ahí, pasar la vida centrados y centradas en ese afán. Y quizá se ha convertido en convicción común y corriente que lo anterior y otras actitudes semejantes, es lo más primordial e importante. Conste que esto es sin generalizaciones, todo depende de cada quien.
Y el caso es que necesitamos y merecemos un tiempo en el cual detenernos y salir de lo rutinario. Caso contrario, si no es pronto, al final nos daremos con la sorpresa de que hemos sido absorbidos sólo por lo exterior. No hemos sido lo que teníamos o podíamos haber sido. Nos la podemos pasar como meros seres funcionales, como hechos sólo para “hacer algo” y nada más (¿algo así como robots?). En la medida en que dispongamos  y reservemos un tiempo suficiente para distanciarnos de lo aparentemente normal, progresaremos en nuestro autoconocimiento, en la profundización de los valores que rigen nuestra vida, actualizarnos en nuestros criterios, recargarnos de nuevas energías, etc. En conclusión “seremos” y no sólo haremos o diremos esto o aquello. Esto en lenguaje agustiniano, con su propia matización y enfoque, se llama “interioridad”, del cual nosotros tenemos que ser pedagogos, como nos lo recordó, tiempo atrás, Juan Pablo II.
Se podría decir mucho más y qué bueno fuera poder utilizar menos palabras en lo ya expresado.
En fin, era para decir, que esta semana hemos procurado realizar aquello de “distanciarnos de lo normal” y de lo rutinario para realizar lo que llamamos “Retiro Espiritual”. Claro, el hecho mismo, de estar realizando el Curso, es algo muy distinto, al haber dejado nuestras diferentes actividades que realizamos como agustinos y agustinas. Pero como estaba previsto, era necesario también, un tiempo más intenso. Y qué mejor, poderlo realizar en lugar adecuado para ello, como lo es Casia, un pueblo pequeño donde está el Santuario en que se conserva y venera el cuerpo de Santa Rita.

Lunes Santo y Martes Santo
Como ya estuvo mencionado en la anterior semana, después de participar en la Celebración del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro, presidida por el Papa Benedicto XVI, nos dirigimos a Casia, e iniciamos nuestro retiro el día Lunes Santo en la Casa de Retiros Santa Rita, dirigidos por Fr. Alberto Bochatey, Prior del Colegio Santa Mónica. Entre charlas de temas debidamente elegidas y momentos de reflexión personal, se desarrolló hasta la mañana del Jueves Santo.







Pues sí, entre otras reflexiones muy importantes, se trató de eso, como lo fue recalcando quien nos dirigió, de refrescar y profundizar el sentido de nuestras promesas bautismales, nuestra consagración religiosa y los respectivos votos de pobreza, castidad y obediencia.





Miércoles Santo
En horas de la tarde, hubo una excepción, para tener un encuentro y diálogo con las Agustinas de Clausura del Monasterio de Santa Rita. Tuvimos la oportunidad de presentarnos y compartir la experiencia de fe en torno a Santa Rita, según los respectivos países de procedencia. A ellas se les hizo también un par de preguntas fundamentales, lo cual fue motivo para que, la Abadesa y otra hermana, nos compartieran la profundidad y visión de sus reflexiones sobre la fe y la vida. Nuestro traductor fue P. Alberto, y fue otro momento grato de comunidad y de mucha riqueza espiritual.
Luego, tuvimos nuestra celebración Eucarística en el antiguo Templo San Agustín de Casia, presidida por P. Alberto Bochatey, OSA.
















El Jueves Santo
Por la tarde, se nos motivó a realizar entre nosotros, el gesto del lavado de pie, y además los sacerdotes ordenados renovaron sus promesas. Entre todo, fue un momento profundo y emotivo. Más tarde (5:00 p.m.) participamos a la celebración de la Cena del Señor en el Santuario. Nuestro Diácono, Fr. Juan, se estrenó y se lució, leyendo el Evangelio en italiano.











Viernes Santo
Después de un frugal desayuno, hicimos una agradable peregrinación, por un angosto camino en medio del bosque que lleva a Roccaponera, poblado originario de Santa Rita. Fr. Edelmiro, tuvo que quedarse en casa para guardar reposo en casa por resfrío.
Una vez allí, nos dispusimos a subir a una cumbre, donde según se dice, solía subir Rita para orar. Se va avanzando un sendero ingeniosa y modernamente construida con la posibilidad del rezar la Viacrucis. Nosotros la hicimos utilizando el mismo texto que utilizaría el Papa Benedicto XVI este día por la tarde o la noche. Desde arriba se disfruta una vista fenomenal.





















Por la tarde (5:00 p.m.), participamos a la adoración de la cruz en el Santuario, y después de la cena, a eso de las nueve de la noche, hubo también la posibilidad de participar y observar una Viacrucis tradicional y peculiar de Casia, donde resalta que, como signo de penitencia personal, muchas personas de diversas edades hacen el recorrido arrastrando cadenas pesadas o según les es posible.
Sábado Santo
Como todos los días, a las ocho, Laudes, y después del desayuno, según lo previsto, para realizar una reflexión personal, se fue a un eremitorio fuera del pueblo, donde quizá algunos quedaron impresionados y absortos por lo hermoso del lugar. Esta vez, Fr. Raúl, tuvo quedar en casa para luchar con el resfrío y la fiebre (aunque las palabras no siempre puedan expresar como tal el sentimiento de gratitud, se agradece muy profundamente los gestos de preocupación, la atención, las visitas, las bromas, etc. En detalles o situaciones similares sale a relucir lo que es la vida comunitaria agustiniana).
Por la noche, a celebrar la gran fiesta cristiana del año, la Vigilia Pascual que inició a las nueve de la noche.

¡Cristo ha resucitado!

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