lunes, 6 de junio de 2011

MI EXPERIENCIA DEL CURSO DE ESPIRITUALIDAD AGUSTINIANA

Han sido un total de 18 semanas que hemos estado reportando a través de este BLOG, y como el calendario marca el final en parte, queríamos compartir la experiencia de otro de los protagonistas de este acontecimiento vital y comunitario de la Orden de San Agustín. Se trata de un hermano que representa a quienes llevan sobre sí más recorridos y seguramente un cúmulo de experiencias de diversa naturaleza, que no dudaron en compartir alguna vez en todo este tiempo. Con su trato y su forma de ser permitieron que nuestra comunidad sea mixta  y enriquecedora.
Y así, una vez más, con tono sabio y equilibrado, con el más profundo agradecimiento, se expresa perfectamente lo que ha significado el Curso para quien sabe reconocerlo y lo ha aprovechado en beneficio de sí mismo, de su circunscripción, de la Orden y la Iglesia.

Por: Fr. Edelmiro Mateos Mateos, OSA
29 de mayo a 05 de junio 2011
Convivir  cuatro meses con todos vosotros, escuchando  las clases magistrales de tantos hermanos, verdaderos especialistas en San Agustín,  ha sido un auténtico privilegio. Desde aquí agradezco a los Consejos de la Orden y de la Provincia  por haberme facilitado disfrutar como un niño todo este tiempo del Curso de Espiritualidad. Y agradezco a mis hermanos de “María Cristina”  que hayan   asumido  la sobrecarga de trabajo que ha llevado consigo  mi  ausencia  durante este tiempo.

No quiero dejar de agradecer uno por uno a todos los profesores que nos han dado las clases: Mario Mendoza, Santiago Sierra, Pedro Langa, Pío de Luís,  Tomás Marco, Fernando Rojo, Miguel Villamizar, Luís Guzmán, Miguel Ángel Keller, Jesús Álvarez, Luís Marín, Alberto Bochatey (predicador de los Ejercicios), Amado Llorente, Santiago Insunza, Miguel A. Miñambres y Nello Cipriani. ¡Con qué interés y empeño académico prepararon sus exposiciones! y nos trasmitieron todo su conocimiento sobre el tesoro inagotable de la doctrina y la espiritualidad agustiniana. ¡MUCHAS GRACIAS, MUCHACHOS, PORQUE HABÉIS HECHO MUCHO BIEN!

Y cómo no dejar constancia de los buenos ratos que he pasado con la  “tropa”, por así llamar con el mayor cariño, al grupo de los  que hemos formado esta la comunidad fraterna: Pastor (Michoacán), José Romero (Michoacán), Luís Alonso (Honduras), Agustín (Panamá), Camilo (Colombia), Juan Carlos (Ecuador), Miguel (Perú), Raúl (Perú), Manuel (Perú), Ósman (Bolivia), Enrique (Chile), Rodrigo (Chile), Juan Francisco (Chile), Jesús (España), Cristiano (Brasil),  Lenice (Brasil), Santiago (España), Claudio (Argentina), Sonia (Argentina), José Souto (España), Ángel (España), y el que os cuenta estas cosas (España). Quitando algún carcamal – siendo poquitos los que pertenecemos a esta especie -  todos los demás  representáis en gran medida el futuro esperanzador de la Orden. Agustinos y agustinas procedentes de once países. Cada uno con su idiosincrasia y personalidad. ¡Qué maravilla! ¡Cuánto he aprendido de cada uno de vosotros! Juntos, hemos rezado, hemos trabajado, hemos cantado, reído, jugado…, qué se yo.

La visita a  las  comunidades  de las hermanas agustinas, comenzando por Casia – Semana Santa, Ejercicios Espirituales - y el encuentro con los hermanos agustinos de diversas casas, han supuesto  un torrente de muestras de acogida, afabilidad, servicio y cariño en una palabra. Muestra todo ello de lo que toda comunidad agustiniana está llamada a ser. Me ha calado su profunda espiritualidad, su alegría y su  tierno cuidado  a los mayores y enfermos, etc., etc. Que el Señor bendiga a todos estos hermanos y hermanas que nos han dado testimonios tan admirables. Lo mismo digo de la Comunidad del Colegio Internacional Santa Mónica que nos ha acogido con los brazos abiertos, y nos ayudó desde el primer momento  a integrarnos  en su  cotidianidad. Yo creo que van a descansar cuando  nos vayamos porque  dejarán de sentir el alboroto que causamos, como si fuéramos chavales, jugando al futbolín y al billar.  

Pensando en  nuestra  comunidad,  temporal y atípica por la misma razón, quiero agradeceros tanto cuanto he recibido de vosotros, espiritual y materialmente.  Cuántos detalles de afecto, ayuda mutua, servicio fraterno, etc., he visto entre todos vosotros.  Omito nombres para no ser injusto si alguno se me pasara por alto.


(De todo esto y mucho más, hicimos una evaluación en la presencia de nuestro Prior General de la Orden de San Agustín, Fr. Robert Prevost).



Felicidades a los hermanos estudiosos, verdaderos ratones de biblioteca, que demostraron su saber y aprovechamiento de lo aprendido, sometiéndose el día 31 a la prueba cruel del examen final.  Hemos ofrecido oraciones y súplicas para que santa Rita, abogada de imposibles, y todos los santos de la Orden intercedan por ellos, en caso de necesidad. ¡Felicidades, muchachos!







Al P. Luciano, mil gracias por su cercanía, su bondad y continua disponibilidad. A Mau (P. Mauricio) otro saco lleno de gracias por las caminatas matadoras que nos dio visitando tantos lugares,  pero que siempre recordaremos.


P. Luciano, con toda paciencia y alegría, fue aplicando y aprendiendo cada vez  más su español para guiarnos y explicarnos en toda oportunidad.


Guiar todo un grupo, explicar una serie de detalles exige esfuerzo. Y que alguien esté haciendo otra  cosa en vez  prestar atención, pues... hay razón para reaccionar de modo tal.


Concluyó, el Curso de Espiritualidad  Agustiniana, el día 5 de junio, domingo,  con una solemne  Eucaristía   en el templo Santa María del Popolo, donde la Orden nació  formal y jurídicamente, podemos decir. Allí renovamos con todo entusiasmo nuestro compromiso de amor y servicio a la Iglesia como verdaderos hijos del gran Padre Agustín.





¡Muchas gracias a Dios y a vosotros! 

domingo, 29 de mayo de 2011

LO VIVIDO EN LA ETERNA CUIDAD

El tiempo pasa, la historia sigue su marcha y quedan las experiencias que marcarán el resto de nuestro caminar. He aquí un recuento de lo que fue el Curso de Espiritualidad Agustiniana, en la ciudad de Roma.

Por: Hna. Sonia Santos, AM
22 al 28 de mayo 2011
Me toca despedirme escribiendo algo sobre lo que ha significado el Curso de Espiritualidad Agustiniana. Pensando en ello y leyendo nuevamente lo que se puso en el blog de cada semana, me surge esta expresión: «¡Hemos vivido muchas cosas en tan poco tiempo!».
Al principio parecía que cuatro meses sería mucho;  pero es poco tiempo comparado con todo lo que hemos vivido en este sentido. Son muchas cosas que ahora necesitan su tiempo para ser asimiladas convenientemente y volver a pasar por el corazón, el regalo de este tiempo, la gracia recibida en Roma: conociendo y profundizando la espiritualidad agustiniana. Utilizando la imagen de un aisberg, solo vemos una parte en la superficie, pero hay mucho más debajo: “Nuestras experiencias” que ojalá podemos compartir en nuestras comunidades y misiones.
Hay expresiones que ya se dijeron en este medio y me parece importante volver sobre algunas de ellas, porque nos pueden ayudar a vivir este tiempo de regreso a nuestras comunidades, recordando lo vivido en Curso:
- Una experiencia de fraternidad y comunión, orar juntos, comer juntos, divertirse unidos, crear lazos de amistad. Experiencias que cada uno vivió en sus respectivas comunidades un ambiente fraterno y que vivimos juntos también en diferentes momentos.
- Los profesores aportaron novedad e iluminación, sabiduría, buen humor, dinamismo, criterios válidos y sorprendentes, cuestionamientos sobre cómo vivir la espiritualidad agustiniana en nuestro mundo.   Nos dieron  a conocer una espiritualidad viva y dinámica, nos animaron a renovarnos en la espiritualidad aprovechando esta oportunidad del curso, especialmente en la vida de comunidad, haciendo historia futura (porque hay muchos presentes y futuros).
- Las salidas de los sábados, ayudaron las explicaciones para entender lo que veíamos en cada lugar que visitábamos, en cuanto a historia, arquitectura, frescos, esculturas, etc.
- Una Semana Santa única y particular, en Casia, un pueblo pequeño donde está el Santuario de Santa Rita tuvimos allí el retiro espiritual, una de las claves para este retiro fueron las palabras del Papa Juan Pablo II acerca de la “interioridad”, del cual nosotros tenemos que ser pedagogos.
- Los lugares agustinianos, es diferente saber de ellos que conocerlos personalmente; tiene otro sentido. A los pies de Agustín celebramos la Eucaristía y nos unimos a todas las agustinas y todos los agustinos presentes en el mundo, pidiendo a Agustín que seamos fieles a nuestra vocación, espiritualidad y carisma. En esta unidad también lo fue en Montefalco (Santa Clara), Tolentino (Santuario de San Nicolás), San Giminiano (origen de la orden), Lecceto (Monasterio), Ostia Antica (lugar del Éxtasis de Ostia) Genazzano (Santuario de nuestra Madre del Buen Consejo), SS. Quattro (Monasterio de Agustinas de Clausura). Unidad que ya en la Misa de apertura en la Basílica de Santo Agostino, junto a la tumba de Santa Mónica, se nos invitaba a vivir. Clima que vivimos también en la Eucaristía celebrada en las catacumbas de San Calixto, en el templo de Santa Prisca, Capilla de San Clemente, ubicada en el interior de la Basílica de San Pedro y en la misma ceremonia de Beatificación del Papa Juan Pablo II.
- Con todo lo vivido cabe destacar la acogida  fraterna de los P. Agustinos en las comunidades donde estuvimos, la calidez humana y la alegría de las hermanas, de los Monasterios Agustinianos.

Por último, quisiera comentar la vivencia de esta semana en particular. El día lunes terminamos las clases haciendo un cierre especial con el tema que veníamos viendo en torno al gran escrito de San Agustín: “Civitate Dei”, con el Padre Nello Cipriani.




Luego de la foto oficial, el P. Mario Mendoza nos recordó la entrega de la tesis y las pautas del examen final.




En otras palabras nos invitó a estudiar en lo que quedaba de la semana, pero tuvo una pausa  agradable la noche del viernes con unas ricas pizzas y heladitos, y luego paseo por Plaza Navona, Fontana de Trevi, Antiguo convento agustino, etc.












El sábado por la tarde fue la visita a los jardines del Vaticano acompañados por el P. Joel, quien nos fue explicando la belleza que encierra este lugar en vegetación y en grutas. Lugar donde el Papa Benedicto XVI hace su rezo del Rosario. Motivo por cual una parte del recorrido por los jardines fue con el rezo del Santo Rosario, deteniéndonos de manera especial en la gruta dedicada a la Madre del Buen Consejo.


(Parece que nuestro fotógrafo oficial fue ignorado para esta última visita, así es que, en seguida publicamos algunas fotografías captadas por nuestros enviados especiales).







domingo, 22 de mayo de 2011

TRAS LAS HUELLAS DE SAN AGUSTÍN

Ahora sí, toca irnos despidiendo... En un par de semanas más, esta experiencia agustiniana culminará. He aquí una expresión de lo que significó el Curso y una cierta síntesis de los casi últimos días de clases.

Por: Fr. Luis Alonso, OSA
15 al 21 de mayo 2011
Cuando llegamos a Roma, el tiempo que teníamos por transcurrir parecía bastante, pero a medida que han transcurrido los días entre clases y peregrinajes a lugares santos los meses han pasado volando.  Será por la importancia de los temas junto con las experiencias de conocer nuestras raíces; visitando lugares donde nació y floreció nuestra Orden.  Pese a que hemos conocido lugares de belleza y valor inenarrables, la nostalgia de nuestros lugares de misión se siente cada vez más fuerte.
Los días de nuestra estadía en Santa Mónica estuvieron marcados por las campanas del vaticano que, con precisión habitual, suenan cada hora, al inicio se pensaba que podrían perturbar el silencio sagrado de los hermanos, pero a medida que el sonido se iba haciendo familiar, se hacía urgente el despertador.
Para que no se crea que hemos venido sólo por un viaje turístico o por un tiempo de descanso, el 25 de mayo tenemos que presentar nuestra tesina. Todos los hermanos participantes al curso están revisando algunos detalles y otros como buenos estudiantes ya tienen el trabajo listo y con el tiempo libre para poder estudiar porque aparte del trabajo sostendremos un examen final: Cinco temas!!!!!! Si, así como lo escuchas Camilo. Así que viene bien aquel dicho para todo buen estudiante que quiere aprobar. Cabeza, codo y……..
Esta última semana de clases ha sido una de las más intensas, en cuanto a contenido se refiere. El día lunes 16 de mayo nos  presentó el P. Luis Marín a uno de los profesores de la semana. Adivina adivinador quién era…. Todos, creo desde que llegamos habíamos escuchado este nombre. Pero no fue hasta este día, que tuvimos el privilegio de tenerlo en nuestra aula de clases. Con voz baja y el acento muy propio de un italiano se puso al frente el P. Nello Cipriani, OSA (Provincia de Italia), Doctor en letras clásicas y Doctor en Teología y Ciencias Patrísticas; autor de numerosas publicaciones y conferencias sobre Agustín. Sus primeras palabras fueron: “Van a disculpar este español tan bárbaro que tengo…”. Y sin más preámbulo, mis hermanos afinen oído que el tema que trató es nada más ni menos que “Civitate Dei”.
“La ciudad de Dios” fue definida  por el mismo S. Agustín: “Opus magnum et arduum”, obra grande y difícil.  Es grande por sus dimensiones, por su volumen, porque se extiende con veintidós libros; también una obra difícil debido a su contenido, por tantos temas que afronta, incluso aquellos más complicados. “Pocos libros han ejercido tanta influencia en la historia y en la cultura humana como el de Civitate Dei de San Agustín de Hipona”. Se ha dicho que, después del Antiguo y el Nuevo Testamento, el escrito agustiniano es el que mayor impronta ha dejado en la cultura occidental.





En la misma semana (15-21) se contó con la presencia del P. Miguel Ángel Miñambres, OSA de la (Provincia de España)  quien trató el tema: Antropología desde San Agustín”. ¿El porqué de este tema?
Tiene su razón de ser, hoy más que nunca debemos estar atentos a los avances de la ciencia, por tal razón el P. Miñambres, prefirió titular su exposición “Ciencia y fe”, es decir, cuál es el fundamento para iniciar estos temas de Antropología Teológica desde aquí:
“Dar razón de nuestra esperanza (de nuestra fe)”.  El cristiano, el teólogo que escucha las conclusiones que vienen del lado científico está en mejores condiciones de responder y dar razón de su fe.
La ciencia ofrece una visión del mundo, del hombre y de Dios que no puede ser indiferente a la teología y a la fe. El nuevo beato Juan Pablo II en una carta dirigida al Reverendo George V. Coyne, S.J, Director del Observatorio Vaticano escribe lo siguiente: “La ciencia puede liberar a la religión de error y superstición; la religión puede purificar a la ciencia de idolatría y falsos absolutos”. Precisamente en ese intercambio recíproco ambas se enriquecen. El tema de la ciencia y la fe, o mejor, las relaciones entre la ciencia y la fe, es un tema de gran actualidad.
No se puede negar que el pretendido conflicto entre la ciencia y la fe, responde a una interpretación sesgada de ciertos hechos históricos, que se remonta al siglo XIX. Ello no es óbice para afirmar la perplejidad que la Iglesia ha vivido ante ciertas teorías científicas, ni tampoco la ausencia total de conflictos, especialmente cuando una instancia se entrometió en la otra sin respetar la legítima autonomía. Con estas y otras palabras, el joven profesor, fue tratando el tema entre preguntas y videos vistos en clase.



Seguimos pensando que somos unos afortunados, al estar recibiendo tanto cumulo de conocimiento de hermanos nuestros que han dedicado alma vida y corazón para darnos lo mejor de sí. Les decimos a todos los profesores que estuvieron con nosotros. GRAZIE MILLE…!!!
No duden que la buena semilla depositada en tierra fecunda puede dar muchos frutos. ARRIVEDERCI ROMA!!!

domingo, 15 de mayo de 2011

APRENDIENDO Y FORTALECIENDO NUESTRA ESPIRITUALIDAD

Cada día y semana tiene lo suyo, y son instantes que no se volverán a repetir. Cuesta sentarse para escuchar, leer y aprender con humildad; pero sin ese esfuerzo careceremos de ideas y principios que nos orienten como personas, como creyentes y como quienes se dicen vivir bajo la espiritualidad agustiniana. Esta semana, fue una posibilidad más.

Por: Fr. Manuel Vásquez, OSA
8 al 14 de mayo 2011
La vida cuando es llevado por Dios, Dios mismo se hace vida en el camino. En este contexto el Curso de Espiritualidad es vida y es camino de Dios que vamos haciendo juntos. En la comunión de mentes y corazones, de dones y fragilidades, de misión y evangelización  unida a la Iglesia. La semana que termina ha sido una oportunidad más de abrir nuestros corazones, purificar nuestros pensamientos; mirar nuestro pasado, presente y futuro con ojos de Dios, sobre todo, con esperanza; sabiendo leer los signos de los tiempos. Para eso hemos contado con la presencia de dos hermanos  agustinos que, con  experiencia y sabiduría, nos han dirigido la cátedra, sabiamente. Nuestro primer profesor de la semana, el P. Amado Llorente,  con palabras de maestro y educador, nos orientó y guió a mirarnos y pensar juntos si nuestra vida agustiniana de hoy, es verdaderamente agustiniana dentro  del cuadro de la “amistad y los amigos”, “los afectos, el crecimiento afectivo y educar para ser feliz ”, “caminos de encuentros”, “érese una vez. Te cuento un cuento” y “lograr que nos escuchen”.



El P. Santiago Insunza, hombre sabio y experimentado de la espiritualidad agustiniana, conocedor de los procesos que tuvo la Orden desde el Capítulo  General intermedio de Dublín 1974 hasta el Capítulo General Intermedio de Filipinas de 2010, nos hizo un recorrido histórico matizado con sus comentarios, actualidad, aportación doctrinal y anécdotas. Hay mucho todavía por conocer y aprender de nosotros mismos, la bibliografía es amplia.



¡Vaya sorpresa que tuvimos el día viernes! El Cardenal  Emérito de Paraná, Argentina,  Mons. Estanislao E. Karlic, nos visitó en el aula. Un hombre de Dios, sencillo, cercano, alegre y prudente. Se puso en la cátedra con previa presentación del P. Alberto Botachey, quien al presentarnos nos dijo que el Cardenal venía con mucho gusto para hablar de Dios, además es un hombre conocedor y amante de San Agustín. Antes de comenzar a hablarnos, el Cardenal dijo: “Les voy a hablar de algo que ya conocen.  El tema: “Relación de Dios con el hombre”. “Todo empieza en Dios y en Dios termina”. Finalmente, recordó una frase muy común en México: “Primero Dios”, para decirnos que en la vida todo se debe a Dios y hay que estar agradecidos. Concluyó su disertación insistiendo en el tema del hombre con relación a la verdad, a la fraternidad y libertad  que es el señorío del amor que constituye nuestra dignidad de hijos de Dios.




Aprovechando el fin de semana el grupo salió fuera de la ciudad de Roma con dirección a  Genazzano y Subiaco para visitar el Santuario de nuestra Madre de Buen Consejo; llegamos al pueblo y allí nos recibió el padre Ludovico con ese carisma propio del ser agustino. Luego, generosamente,  hizo la presentación de la Madre de Buen Consejo, pequeño cuadro de María Santísima con el Niño en brazo traído desde Albania por los ángeles, como dice la leyenda. Después de la celebración de la Eucaristía, uno de los hermanos de la comunidad de Genazzano nos hizo un recorrido a vuelo de pájaro por los restos y objetos del  Beato Stefano Bellisini. Por la tarde, fuimos con dirección a Subiaco para visitar el monasterio de San Benito, riqueza  viva de la diversidad espiritual de la Iglesia; un poco mas tarde  visitamos el monasterio de Santa Escolástica, hermana gemela de san Benito. Deseamos que todos estos lugares santos, de santos y santas despierten en nosotros el amor por más profundo por la Iglesia, la fidelidad a nuestra vocación y nos impulse a la misión. Agradecemos la generosidad y la compañía del P. Ludovico en todo momento.














Desde este blog también queremos felicitar de  corazón a Fr. Marco Di Benedetto, quien, el sábado 14, a eso de las cinco de la tarde, recibió las órdenes sagradas en la ciudad de Milán. ¡Felicidades y felicitaciones hermano por tu Ordenación Sacerdotal! Nuestras oraciones y súplicas para ti. ¡En hora buena!